Posiblemente no se presentan muchas ocasiones de poder disfrutar de un repertorio tan rico como el dedicado a quinteto de viento, y aún más, junto con piano. Rico sobre todo en cuanto a su sonoridad. La mezcla de timbres y diferentes colores de los instrumentos de madera, de metal y el piano es de una riqueza acústica armoniosa.
Son muchos los compositores que han dedicado obras a esta formación, comenzando en el S. XIX coincidiendo con las evoluciones técnicas que Theobald Boehm realizó sobre algunos de los instrumentos de viento. La proyección sonora de éstos juntamente con una afinación más precisa hizo que su ensamble creara una plasticidad tímbrica muy interesante y hasta la fecha poco explotada. No obstante el apogeo de esta formación será en el s. XX, cuando gracias a la línea de especialización que transformó el Conservatorio de París, se empezó a crear una literatura de gran calidad. Los compositores centrados solamente en esta labor, se harán buenos conocedores de todos los recursos sonoros de cada uno de los instrumentos y reflejo de ello es una sonoridad fuertemente atractiva, un gran abanico de posibilidades tímbricas, y una consecución de sus objetivos en el hecho comunicativo como estadio artístico.
Es entonces cuando el Ensemble 442Art, un conjunto joven con mucha habilidad, mediante su gran energía, consigue compenetrarse con el público y juntos disfrutar de la maravillosa experiencia de